Nueva ruta marítima inyectará más dinamismo al comercio China-América Latina
El buque portacontenedores WAN HAI 357 en el puerto de Dalian, provincia de Liaoning. (Foto: VCG)
China sigue ampliando sus líneas de transporte marítimo dedicadas a América Latina. A principio de este mes, los principales medios reportaban la llegada al puerto de Dalian, provincia de Liaoning, del buque portacontenedores WAN HAI 357. Su recorrido inauguró una nueva ruta regular de buques portacontenedores entre el gigante asiático y América Latina, específicamente para México, Colombia y Ecuador.
“Destaca el accionar de China en el conjunto de naciones que buscan alternativas competitivas”, afirmó el Dr. Aníbal Zottele, coordinador del Centro de Estudios China-Veracruz. “Estos recursos han sido de gran utilidad para disminuir los costos y mejorar las condiciones, especialmente de las cadenas de frío de los bienes transportados”.
Por su parte, Oscar Rueda, director de Procolombia en China, destacó al Diario del Pueblo digital que es esencial establecer rutas directas de este tipo que permiten aumentar la competitividad y entregar un producto de mejor calidad.
“Si tenemos en cuenta que muchos de los productos colombianos con potencial de exportación a China del sector agroindustrial necesitan cadenas de frío para su preservación, se hace evidente la necesidad de consolidar nuevas rutas marítimas y aéreas entre los dos países. Por ejemplo, las flores colombianas tienen que hacer dos o incluso tres escalas antes de poder llegar a China, lo cual afecta la calidad final del producto”.
Desde el 2020 al 2022, China se posicionó como el primer socio comercial de los países de América del Sur. Se estima que el comercio China-América Latina en el 2023 se aproximó a los 500.000 millones de dólares. Sin embargo, el Banco Mundial augura que el crecimiento económico latinoamericano en el 2024 podría ser de un débil 2,3%, mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) propone un 1,9%, augurando una América del Sur más lenta que México, Centroamérica y Caribe. Asimismo, naciones puntales para el comercio latinoamericano como China y Estados Unidos han ido disminuyendo su propio ritmo de crecimiento económico.
“Podría afirmarse que, en condiciones normales no debiera influir la actual situación de conflictos comerciales entre China y EE.UU. Sin embargo, esta última nación ha mostrado grados de imprevisibilidad y en algún momento pudieran utilizar pretextos que alteren el flujo habitual de productos”, sostiene el Dr. Zottele.
Los analistas coinciden que la nueva ruta Dalian-América Latina, específicamente para México, Colombia y Ecuador, sintoniza con un auge del comercio entre China y América Latina.
“La profundización de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que involucra a la mayor parte de nuestras naciones (independientemente de la existencia de un acuerdo formal al respecto), ha sido un factor muy propicio para las mejoras tecnológicas que permitan avanzar en la reducción de costos operativos”, manifiesta el Dr. Zottele al Diario del Pueblo digital.
Durante la visita del presidente Gustavo Petro a China, se firmó un Memorando de Entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) para aprovechar las ventajas complementarias, explorar mercados, promover la inversión y cooperación industrial para facilitar la inserción de la producción local en cadenas regionales y globales de valor e impulsar proyectos en varios sectores productivos primordiales dentro de las políticas de reindustrialización y de comercio exterior de Colombia.
El Tratado de Libre Comercio firmado con China, abarca más del 90% de la oferta exportable de Ecuador. El aumento del comercio entre los dos países, previsto hasta en un crecimiento del 35%, podría dejar insuficientes las actuales capacidades de flujo comercial.
Puerto de Dalian, provincia de Liaoning. (Foto: VCG)
“Es necesario agilizar. Hay muchas producciones ecuatorianas que está a la espera de poder ser facilitadas hacia China”, asegura Milton Reyes, decano de la Escuela de Economía Pública y Sectores Estratégicos y coordinador del Centro de Estudios Chinos del Instituto de Altos Estudios Nacionales de Ecuador. “También existe una serie de demandas de productos chinos que, por supuesto, siempre es deseable que lleguen en el menor tiempo posible. Tomando en cuenta el volumen de comercio, incrementándose constantemente, es necesario una logística mucho más ágil y por supuesto, la reducción de tiempos en el transporte es fundamental para Ecuador”.
En relación a México, “ha mostrado su extraordinaria capacidad competitiva en el campo de la articulación con China en la conformación de cadenas globales de valor que lo ha posicionado como uno de los más atractivos para empresarios asiáticos con relación al suministro de productos destinados a la industria automotriz y de la información, entre otros”, precisa el Dr. Aníbal Zottele, coordinador del Centro de Estudios China-Veracruz. “También destacan con mucha fuerza, los bienes agroindustriales de alta gama que están encontrando en China grandes oportunidades que aumentan conforme mejoran los mecanismos operativos para su desplazamiento en tiempo y forma”.
Karla Lozada, gerente de logística y transporte China-México de cargo-partner, empresa austríaca con más de 40 oficinas alrededor del mundo, señaló al Diario del Pueblo digital, que “hasta hoy, el ritmo y corredores habilitados están en correspondencia con la demanda actual de comercio entre China y América Latina, tanto en volumen como en oferta transportista que facilite un mejor precio final de los productos exportados”. Desde su punto de vista, el comercio China-América Latina cuenta con un flujo marítimo “bastante bueno”.
Además de abrir nuevas rutas, Oscar Rueda, director de Procolombia en China, considera que “es esencial trabajar en mejorar los diferentes factores que afectan gravemente los precios del transporte marítimo como las demoras en las inspecciones, las demoras en los puertos, los conflictos geopolíticos y el costo del combustible, entre otros”.
La nueva ruta Dalian-América Latina es operada por WAN HAI LINES Ltd, empresa que ha dedicado seis buques portacontenedores de 3.000 TEU y promete que el viaje completo ahora durará apenas 25 días, lo que supone un ahorro de al menos siete días en comparación con el modo de servicio de envío en tránsito.
“Los retrasos son principalmente en las terminales portuarias de llegada. La mayor parte del tiempo están congestionadas por exceso de trabajo y movimiento de contenedores, lo que provoca tiempos más largos para hacer la declaración de mercancías en aduana y solicitar transporte terrestre para hacer las entregas a su destino final”, recalca Lozada.
“Obviamente si el tiempo de tránsito es mucho menor será de mucho beneficio, especialmente para algunos importadores o exportadores que usualmente pagan altas multas por no entregar la mercancía a tiempo”, agregó.
En el caso de Colombia, Oscar Rueda reconoce que en materia de logística, contar con una ruta más rápida se traduce en dos aspectos importantes: la diversificación de la canasta, considerando la oportunidad de incluir productos que requieren menor tiempo de tránsito, y el aumento de la competitividad en el precio.
“Esperamos que la disminución del tiempo de transporte se traduzca en una reducción real del costo del flete, y que esto, a su vez, se vea reflejado en el precio final del producto, aumentando así su competitividad y beneficiando al consumidor chino”.
Al referirse a los problemas que se necesitan superar para recuperar los niveles de oferta pre-pandemia entre el transporte marítimo entre China y América Latina, y pos de una relación más equilibrada entre el valor de la mercancía y el valor del flete, la gerente de logística y transporte China-México de cargo-partner, considera que “quedan muchas cosas por resolver entre el valor de la mercancía, los costos de despacho aduanal e impuestos dependiendo de la clasificación arancelaria de cada producto (que por lo general son los más costosos), el valor del flete y demás costos que al final hacen que el valor de los productos se incremente”.
“Las exportaciones de productos no tradicionales, especialmente las del sector agroindustrial, no solo ya recuperaron el nivel postpandemia, sino que incluso lo han superado”, asevera Rueda. Esta realidad se percibe en las ventas del café colombiano, “que en circunstancias de confinamiento durante la pandemia sufrieron bastante, pero ya crecieron en un 368% entre el 2019 y 2022”. Esta tendencia al alza también se aprecia en el comercio de flores y otros productos agroindustriales colombianos.
“Este incremento comercial entre los dos países, que alcanzó un nivel histórico en 2022, ha permitido un aumento en la frecuencia y oferta de rutas marítimas”, añade.
Actualmente, el puerto de Dalian acoge 105 rutas de buques portacontenedores que llegan a más de 300 puertos en más de 160 países y regiones de todo el mundo.
“La actual ruta entre Colombia y Dalian tiene una frecuencia semanal. Esperamos que, si se obtienen los resultados esperados, no solo aumente la frecuencia de la ruta existente, sino también que más navieras se animen a abrir esta y otras rutas”, augura Rueda.
Y aunque, para Lozada, gerente de logística y transporte China-México de cargo-partner, la oferta en el transporte internacional es impredecible y puede cambiar de un momento a otro, “lo que aprendimos en la pandemia es a vivir siendo más fuertes y adaptándonos al cambio, a tomar acciones y a resolver conflictos que lleguen a suceder de un momento a otro, no solo en la logística, sino en cualquier ámbito”.
“La oferta de transporte marítimo es indispensable para la cadena y suministro de bienes. Este año, el volumen de exportaciones a Latinoamérica, y a México en específico, se visualiza en aumento por la inversión extranjera en los países latinos, principalmente con el establecimiento de fábricas chinas en México”.
Obligados a repensar sus estrategias de mediano y largo plazo, el Dr. Zotelle recomienda que en el transporte marítimo no se descarte ninguna nueva vía o mecanismo internacional para las transacciones comerciales porque “algunas naciones pueden buscar oportunidades de demorar el crecimiento de las sociedades, a partir de entorpecer un fluido mecanismo de transacciones entre China y América Latina.”
Para mayor integralidad, es fundamental que las administraciones de América Latina hagan la tarea.
“Entre más demanda de transporte internacional y de productos de exportación e importación (China-ALC), la infraestructura portuaria en nuestros países latinos se vuelve insuficiente, por lo que es importante que los gobiernos consideren contar con terminales portuarias más amplias y con procesos más ágiles, evitando los costos extras”, enfatizó Lozada.
“Siempre está la posibilidad de que existan cambios de gobierno en América Latina que vengan acompañados de cambios de perspectiva sobre las prioridades”, advierte el académico ecuatoriano Milton Reyes. “Esto quiere decir que algunos proyectos podrían tener retrasos del lado de algunos países de América Latina. Pero en el contexto actual, varias iniciativas con respecto a China gozan de un apoyo que supera los gobiernos, y más bien son de carácter estatal”.