Columna: La Iniciativa de la Franja y la Ruta y una nueva era de las relaciones China-Argentina
Imagen del 11 de septiembre de 2023 de la vicepresidenta y COO de Mercado Pago, Paula Arregui (d), hablando junto a la directora ejecutiva de la Cámara Argentino China de la Producción, la Industria y el Comercio (CACPIC), Alejandra Conconi (i), en el evento "China Day", en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. (Xinhua/Martín Zabala)
BEIJING, 20 oct (Xinhua) -- En febrero de 2022, Argentina dio un paso fundamental en la profundización de sus relaciones bilaterales con China al sumarse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR). En junio de este año, se avanzó aún más a través de la firma de un plan de cooperación para promover conjuntamente la construcción de la Franja y la Ruta.
Ambos países celebraron el año pasado el 50º aniversario de sus lazos diplomáticos. La incorporación de Argentina a la IFR es el hito más importante en una nueva era de estos vínculos. Cabe destacar que el país suramericano y el asiático establecieron una asociación estratégica integral en 2014, con numerosos proyectos conjuntos que han promovido el desarrollo económico del primero.
El reciente plan de cooperación entre Argentina y China en el marco de la IFR contiene importantes acuerdos para llevar a cabo proyectos cruciales de infraestructura y ampliar la colaboración en este campo, al igual que en energía, economía y comercio, finanzas y cultura, entre otros de carácter estratégico. China se ha consolidado como el segundo socio comercial de Argentina, por detrás de Brasil. Además, las inversiones chinas en infraestructuras y logística han sido esenciales para Argentina en las últimas décadas, a lo cual se suma el inestimable apoyo financiero brindado por China a través de "swaps" o permutas de divisas. Este mecanismo ha sido clave para que Argentina haya logrado hacer frente, últimamente, a una gravísima crisis económica y social.
El principal objetivo del plan es mantener una relación pragmática para obtener resultados prácticos y concretos basados en las ventajas comparativas, de modo que se satisfagan las necesidades de desarrollo de ambas partes. Si bien posee una visión a largo plazo, no descuida las necesidades inmediatas de cada una.
Sus áreas prioritarias son cinco: infraestructuras, logística, comercio, inversiones y finanzas. Argentina tiene el reto de aumentar sus exportaciones a China, que actualmente se concentran en unos pocos productos agrícolas. El potencial para ampliar y diversificar la cartera exportadora es enorme, dada la enorme complementariedad económica entre los dos países. Ningún otro en el mundo, como China, está en condiciones de ofrecer tanto a Argentina.
Esta república de Sudamérica tiene una de las mayores reservas de litio del planeta y hay varias empresas chinas con proyectos de inversión en sus regiones del noroeste. Al mismo tiempo, se ha acordado promover un marco regulatorio que facilite la cooperación bilateral en materia aduanera, desarrollo industrial e innovación tecnológica.
Por último, cabe destacar el compromiso de ambas partes de construir conjuntamente una "Ruta de la Seda de la Salud". Una prueba fehaciente de la fortaleza de la relación bilateral se produjo durante la pandemia, mediante la provisión de vacunas y suministros médicos chinos que salvaron la vida de miles de argentinos.
En conclusión, no cabe duda de que China se ha convertido en un socio fundamental e insustituible para Argentina, y la adhesión a la IFR ha sido un paso fundamental. Argentina tiene ahora el desafío de aprovechar adecuadamente las enormes oportunidades ofrecidas por China en el marco de esta colosal iniciativa destinada a profundizar el desarrollo económico y la integración global.
(Nota del editor: Patricio Giusto es director ejecutivo del Observatorio de Relaciones Sino-argentinas. Las opiniones expresadas en este artículo son del autor y no reflejan necesariamente las posiciones de la Agencia de Noticias Xinhua.)