OPINIÓN DE INVITADO: Relaciones chino-dominicanas marcharán viento en popa en un mundo de cambios constantes
Imagen de Chen Luning, embajador de China en la República Dominicana. (Xinhua)
SANTO DOMINGO, 25 abr (Xinhua) -- La República Dominicana es mundialmente famosa por sus pintorescos paisajes y particularidades culturales, una obsesión mía de conocer de cerca desde hace mucho tiempo. En apenas dos semanas desde que arribé, me he quedado profundamente impresionado por su clima tan agradable y la abundancia de sus productos. Me encantan los sonidos de las olas del Mar Caribe. Y me emociona especialmente la hospitalidad del pueblo dominicano tan acogedor y amistoso. Es un enorme privilegio haber sido destinado a un país repleto de encantos. Y es glorioso contribuir a la causa de la amistad entre los dos países.
Ya hemos recorrido cinco años desde el establecimiento de relaciones diplomáticas. Estas relaciones jóvenes, pero robustas, han resistido la prueba de la pandemia de COVID-19. Están presentando un empuje vigoroso. Y también un prometedor porvenir donde las relaciones sabrán encarar las vicisitudes del camino y marcharán viento en popa en un mundo de cambios constantes.
Han sido cinco años de persistente profundización sobre la confianza mutua. Hemos establecido las relaciones diplomáticas sobre la base del principio de una sola China, adhiriéndonos a los criterios de respeto recíproco y beneficio mutuo con el propósito de llevar adelante los lazos bilaterales de manera integral. Ambos mandatarios, el presidente Xi Jinping y el presidente Luis Abinader, mantienen fluidas comunicaciones por vía telefónica y el envío de misivas.
Guiados por las directrices estratégicas de los jefes de Estado, ambos países siempre hemos sabido buscar un entendimiento y apoyo recíprocos en asuntos relacionados con los intereses fundamentales; hemos mantenido un estrecho lazo de fluidos contactos en todos los niveles y ámbitos y, gracias a ello, hemos potenciando continuamente la confianza política mutua, mientras que la tónica por un futuro brillante predomina cada vez más sobre las relaciones chino-dominicanas.
Han sido cinco años de profundización y consolidación de la cooperación en busca del beneficio mutuo entre nuestros dos países. Frente al feroz impacto de la COVID-19, China y la República Dominicana hemos sabido afrontar los desafíos como si estuviéramos en el mismo barco, escribiendo una página loable en la historia de las relaciones bilaterales. Ya tenemos firmados más de 20 acuerdos que abarcan amplios sectores, tales como la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, la economía, el comercio, la agricultura, la cultura, la educación y el turismo, entre otros. La República Dominicana es el mayor socio comercial de China en el Caribe, mientras que China es el segundo socio comercial más importante para la República Dominicana. Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas, el volumen de comercio bilateral ha aumentado un 112 por ciento, superando los 4.800 millones de dólares en 2022. Y, durante el primer trimestre del año en curso, el volumen de comercio bilateral ha logrado un fuerte crecimiento de casi 40 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado. Productos típicos dominicanos como el cigarro, el ámbar azul y el ron han llegado con éxito hasta el mercado chino y son muy queridos por los consumidores chinos.
Han sido cinco años reforzando el conocimiento mutuo mediante un aprendizaje recíproco entre ambos países. La llegada de varios grupos artísticos chinos han acercado al público dominicano muchos espectáculos tradicionales con canciones, danzas y las artes marciales. Al mismo tiempo, los bailes típicos dominicanos, como el merengue y la bachata, también han cautivado al público entusiasmado en China. Dentro de pocos días, el Teatro de Arte Acrobático Provincial de Hunan llegará al país y traerá una gala artística de China. Diferentes culturas con diversas particularidades y bellezas artísticas de ambos países han servido como ventana para mejorar el conocimiento mutuo. Hoy en día, la vocación por conocernos y convivir armoniosamente es cada vez más vehemente y consistente. En 2022, los turistas chinos que llegaron a la República Dominicana han aumentado un 164 por ciento con respecto al año 2018. Ahora tenemos una docena de provincias y ciudades hermanadas. Varios profesores chinos y especialistas agrícolas están ofreciendo sus aportes a esta tierra con su sabiduría y juventud. Y el "fervor por el idioma chino" plantea otro panorama espectacular puesto que cada año hay más de 800 nuevas matriculaciones en los cursos ofrecidos por el Instituto Confucio.
Han sido cinco años de coordinación permanente para salvaguardar la equidad y la justicia. Tanto China como la República Dominicana somos países en vías de desarrollo, por lo que es menester mantener nuestra comunicación y coordinación en terrenos multilaterales como en la ONU, con el fin de propiciar activamente y poner en práctica el multilateralismo auténtico, afrontar conjuntamente los retos globales como el cambio climático, la erradicación de la pobreza, la salud y la seguridad alimentaria, promover la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, elevar la representatividad y la voz de los países en vías de desarrollo dentro del sistema de gobernanza internacional, impulsar con todas nuestras fuerzas la paz y el desarrollo mundiales y llevar adelante la construcción de una comunidad de futuro compartido de la humanidad.
Echando la vista atrás, estos cinco años han potenciado el conocimiento y la confianza recíproca entre China y la República Dominicana. Y han forjado la base de la cooperación bilateral de beneficio mutuo y la voluntad de amistad entre ambos países. Bajo el asiduo cuidado de ambas partes, el árbol de la amistad chino-dominicana ha estado fortaleciéndose cada día.
Mirando al presente, como el mayor país en desarrollo del mundo, China ha emprendido su nueva senda para la construcción integral de un país socialista moderno, llevando a cabo en estos momentos la gran revitalización de la nación china de manera integral a través de su modernización. Pero el camino chino hacia la modernización no es uno conducente hacia la arrogancia, la autocomplaciente y el chovinismo de "mi país primero". Más al contrario, mientras nos esforzamos en asegurar nuestro propio desarrollo, China busca inyectar más energía positiva a la paz mundial y brindar nuevas oportunidades para el desarrollo de otros países, incluida la República Dominicana, ofreciendo nuestra solidaridad para que los países en vías de desarrollo caminen hacia la modernización según sus propias características.
Y con la vista puesta en el futuro, como siempre, vamos a otorgar nuestra mayor consideración al desarrollo de las relaciones con la República Dominicana. Continuaremos adhiriéndonos a los conceptos de sinceridad, honestidad, afinidad, franqueza y una concepción correcta de la justicia y los intereses en aras de fortalecer la solidaridad y cooperación con la República Dominicana, estrechar los intercambios en todos los niveles, profundizar la cooperación en todos ámbitos, liberar un mayor potencial y reforzar todavía más los lazos entre ambos pueblos. Fin
(El autor es el embajador de China en la República Dominicana)
(Las opiniones expresadas en este artículo son del escritor y no necesariamente reflejan las posturas de la Agencia de Noticias Xinhua)