"Estoy muy agradecida con las vacunas Sinopharm, que han beneficiado y protegen a mi familia": viceministra boliviana
La viceministra boliviana de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional María Renee Castro expresó en una entrevista exclusiva con Xinhua que está muy agradecida con las vacunas de la farmacéutica china Sinopharm, que han beneficiado y protegen a su familia.
Castro manifestó que su abuela, padre y madre, los tres de la tercera edad y con diferentes enfermedades de base, están bien protegidos contra la COVID-19 con las vacunas chinas Sinopharm.
Relató que cuando llegaron las vacunas chinas, sus padres y abuela hicieron fila en los centros de vacunación como cualquier otro ciudadano para recibir la primera "dosis de esperanza", como denomina el Gobierno boliviano a las vacunas contra la COVID-19.
"Cuando recibieron las vacunas, en efectos adversos, han tenido los típicos como algunos dolores en el brazo, pero ninguno ha tenido complicaciones, además hasta la fecha, nadie ha cursado el cuadro de coronavirus, por eso estoy muy agradecida con las vacunas Sinopharm, manifestó la funcionaria, cuyo despacho depende del Ministerio de Salud.
Comentó que su abuela tiene como enfermedad de base la hipertensión por su avanzada edad, 90 años, y sigue su vida normal tras haber sido inmunizada con Sinopharm.
"Mi papá de 70 años tiene una enfermedad cardiaca, tiene marcapasos, tiene el corazón agrandado, problemas respiratorios, usa mucho oxígeno, pero hasta ahora no se contagió del coronavirus y con la vacuna nos sentimos más seguros", agregó.
Sobre su mamá, de 66 años, manifestó que convive con enfermedades de base y diferentes afecciones en la salud.
"Todos en mi familia estuvieron tranquilos al recibir la vacuna Sinopharm...a pesar de sus reuniones y otras actividades cotidianas que realizan, nadie se enfermó con la COVID-19", agregó.
Asimismo, Castro reveló que su esposo contagió a su hija de cuatro años la COVID-19, pero superaron satisfactoriamente este proceso con los cuidados respectivos. Incluso los abuelos de su hija, ya vacunados con la Sinopharm, los atendieron, y pese a la edad avanzada y la enfermedad de base que cursan, no contrajeron el virus.
En la entrevista, Castro se refirió a las bondades y características de estos inoculadores chinos que llegan a Bolivia desde fines de febrero y que se prevé que hasta agosto completen más de ocho millones, producto de las gestiones diplomáticas y la cooperación de ese país.
Gracias a ello, se está llevando a cabo el proceso de inmunización más grande en la historia de Bolivia que arrancó a fines de febrero para combatir la pandemia de COVID-19.
Muy entusiasmada por el avance de la inoculación masiva en Bolivia y el apoyo de diferentes países, en especial de China, exteriorizó su agradecimiento a Beijing por viabilizar la llegada de millones de dosis de las vacunas Sinopharm.
Además, Castro subrayó que lo más destacable de las vacunas chinas es la cadena de frío y la plataforma tecnológica de Sinopharm que le ha permitido al Ministerio de Salud llegar a los municipios más distantes de Bolivia.
"Se ha podido llegar al bloqueo inmunológico en fronteras, se ha llegado a las poblaciones indígenas, regiones bajas y altas", agregó.