A los 17 años, Jefferson Felipe Patiño Esquivel, joven soñador colombiano, arribó a China por primera vez. Era el año 2007 y todo el conocimiento que tenía sobre el país provenía de unas pocas películas de artes marciales.
Doce años más tarde, Patiño -ahora conocido por su familia y amigos chinos como "Felibei"- se ha convertido en un diseñador de calzado para hombres y dueño de su propia empresa.
Todos los días, sus diseños ingeniosos se convierten en productos de calidad en las hábiles manos de artesanos chinos y se envían a través del Pacífico a América Latina, donde su marca original "Last Kings" ha ido ganando popularidad entre la generación del milenio.
"China ofrece una amplia gama de beneficios para que los empresarios extranjeros como yo establezcan negocios", dijo en entrevista con Xinhua.
La fuerza y gran diversidad de su producción manufacturera, tecnologías avanzadas, el potencial infinito de desarrollo y las políticas preferenciales que facilitan el comercio exterior, han convertido a China en un destino muy atractivo para los empresarios de América Latina y el Caribe (ALC).
Desde que China propuso en 2014 la construcción de una comunidad de destino común entre China y América Latina, los lazos económicos se han estrechado y los empresarios de ambos lados como Patiño han disfrutado de oportunidades superlativas de desarrollo.
Según los analistas, la cooperación China-ALC ha pasado en los últimos cinco años de una complementariedad estática, propia de las distintas estructuras económicas, a una colaboración proactiva, motivada y prometedora.
UNA ASOCIACIÓN DE BENEFICIO MUTUO
Nico Ma, joven originario de Beijing, es un amante de la gastronomía y bloguero de Weibo (el equivalente chino de Twitter) donde comparte recetas caseras y transmisiones en vivo de clases de cocina.
En entrevista con Xinhua, Ma dijo que, en los últimos años, se han presentado al pueblo chino cada vez más bienes de consumo latinoamericanos, los cuales rápidamente ganan el favor de los consumidores, especialmente el de las generaciones más jóvenes que a menudo compran sus comestibles en línea.
Aunque Ma nunca ha estado en América Latina, está familiarizado con el vino Malbec argentino; la cereza, el arándano y el salmón de Chile; los aguacates de México y Perú; la carne de res uruguaya y brasileña; rosas, plátanos y marisco de Ecuador; el ron y el cigarro cubanos; el café y la esmeralda de Colombia y muchos más.
Estos productos recién llegados al mercado chino no sólo ofrecen una gama más amplia de opciones de consumo, sino que también se presentan como mercancías de primera calidad que responden al anhelo del pueblo chino por una mejor calidad de vida.
Durante el período de la Fiesta de la Primavera a principios de este año, las estadísticas mostraron que las cerezas chilenas encabezaron la lista de compras festivas de los chinos y llegaron a convertirse en un regalo bien recibido, cuyas ventas crecieron 32 veces en relación con igual periodo de 2018.
Casi el 90 por ciento de las cerezas importadas por China el año pasado provinieron de Chile, según datos de la Administración General de Aduanas, por lo cual el país sudamericano se consolidó como el mayor exportador de fruta fresca al país asiático, superando a su rival Tailandia.
Alrededor del 80 por ciento de las exportaciones de cerezas de Chile se vendieron a China y el volumen de comercio continúa aumentando en una tasa de dos dígitos, de acuerdo con las estadísticas del lado chileno.
En 2005, los chilenos también fueron los primeros de la región de América Latina y el Caribe en firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, el cual se actualizó a un nivel más elevado en 2017 y entró en vigor en marzo, eliminando el 97 por ciento de los aranceles de ambos partes.
Hace un mes, las primeras exportaciones de peras chilenas zarparon hacia China. En el acto de bautizo del envío, Antonio Walker, ministro de Agricultura de Chile, dijo que la nueva exportación era de gran importancia para la fruticultura del país, tanto en el presente como de cara al futuro.
La razón era obvia: la fuerte demanda y el generoso pago del mercado chino han inyectado un vigoroso impulso a toda la cadena de producción de frutas del país suramericano para que se expanda a un ritmo vertiginoso. Los beneficios jugosos se han concedido a quiénes participan en el cultivo, el transporte, el almacenamiento, la comercialización y la exportación del producto.
Gracias al apetito y el poder adquisitivo de los chinos, la industria de la cereza en Chile, así como otros sectores agrícolas que exportan a China, proporciona empleos permanentes y temporales, así como un nivel de ingresos superiores para los agricultores.
A lo largo de 2018, más de 580.000 personas en Chile se ganaron la vida dentro de la industria frutícola, según datos facilitados por la oficina de estudios y políticas agrícolas del gobierno de Chile.
Detrás del auge de las exportaciones al país asiático, los trabajadores frutícolas, tanto chilenos como inmigrantes de otros países latinoamericanos, han sido mejor pagado, con un aumento estimado de hasta el 50 por ciento, según algunos investigadores.
AÚN HAY POTENCIAL POR EXPLOTAR
Durante el torneo de la Copa de América - uno de los eventos de fútbol más antiguos y seguidos en el continente americano, que concluyó recientemente en Brasil- , el sistema de árbitro asistente de video (VAR, según sus siglas en inglés) fue proporcionado por la compañía de tecnología china TCL, quien llevó a cabo su estreno en la cancha para ayudar a los árbitros humanos a trabajar con mayor precisión.
La semana pasada, con más de 700 ciudadanos a bordo, un nuevo tren de pasajeros partió en La Habana rumbo al este, reconectando la capital cubana y la ciudad oriental de Holguín por primera vez tras casi 14 años de interrupción en el servicio. La poderosa locomotora y 12 vagones de pasajeros nuevos son de fabricación china.
La plataforma china de reservación de taxis privados, Didi Chuxing, ha iniciado sus servicios en América Latina al reclutar a choferes locales a tiempo parcial. La compañía confirmó con Xinhua que el proyecto ha sido bien recibido en el extranjero ya que, para muchos, proporciona una fuente de ingresos adicional.
"A medida que la economía de China atraviesa una reforma estructural por el lado de la oferta, América Latina está buscando una transformación económica al aumentar la demanda de inversión tanto en el 'hardware', es decir, en las industrias de energía e infraestructura, como en el 'software', tales como en las telecomunicaciones, la tecnología de la información, además de su necesidad por mejoras industriales", analizó Yue Yunxia, economista china.
"Se han observado nuevas dinámicas más proactivas en la cooperación bilateral", destacó la experta del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China.
La reforma de China lleva a sus inversionistas y capital de riesgo al extranjero en busca de nuevos territorios, mientras que América Latina les da la bienvenida para estimular su propio desarrollo. Yue se muestra convencida de que el potencial de profundizar la cooperación entre China y ALC es de tamaño considerable y debe explorarse en beneficio de ambas partes.
Hasta la fecha, América Latina y el Caribe es el segundo destino más atractivo para la inversión extranjera directa de China, solo después de la misma Asia.
Conforme con la reforma del país asiático, los flujos chinos de inversión extranjera directa en ALC están evolucionando hacia una diversidad de sectores, principalmente relacionados con el sector de servicios financieros y comerciales, indicó Yue.
Además, una gran proporción de esa inversión china se ha dedicado a la tecnología electrónica y los servicios de información, incluidos el comercio electrónico y el análisis de datos. En el futuro, el comercio de datos e información también podrían desempeñar un papel activo en las relaciones bilaterales, sostuvo la especialista.
La industria manufacturera es otro sector que viene atrayendo mayores flujos de inversión de China, según un informe publicado por la Red Académica de América Latina y del Caribe sobre China (Red ALC-China), un centro de análisis con sede en México.
Los cambios en la participación de los inversionistas chinos en el desarrollo de la región presentan oportunidades para América Latina que sus países han demorado en aprovechar, señaló Enrique Dussel Peters, coordinador de la Red ALC-China.
La infraestructura es otro motor importante para la inversión china en la ALC. China podría servir como una "puerta" para acelerar el desarrollo de infraestructura en la región, dijo el académico argentino Javier Vadell, de la Red de Estudios Brasil-China (RB China) en entrevista con Xinhua.
La inversión china tiene la ventaja de no imponer modelos económicos ni generar dependencia, subrayó.
Por el momento, el comercio de materias primas sigue siendo el campo principal de la cooperación bilateral, donde todavía hay potencial por explotar, sugirió Yue. Hay que profundizar, integrarse y crear sinergias en la cadena de valor de las industrias interactivas de ambos lados y continuar levantando las barreras comerciales, dijo.
"El Tratado de Libre Comercio es un instrumento vital para promover la cooperación bilateral", dijo la especialista Yue, abogando por más convenios de este tipo entre China y Latinoamérica.
Además de con Chile, China ha firmado TLC con Perú y Costa Rica.
Patiño, el empresario colombiano con sede en Guangzhou, está totalmente de acuerdo con la académica.
"Si Colombia pudiera alcanzar un TLC con China, nuestros productos podrían estar exentos del 35 al 48 por ciento de los aranceles, lo que nos aliviaría una gran carga y ayudaría a que el negocio creciera e incorporara otros géneros de moda que tenemos planeado", dijo.
En 2019, Patiño registró su marca original en China, tres años después de su creación en el continente lationamericano. Cuando la empresa crezca y sea lo suficientemente fuerte y competitiva, Patiño espera presentar sus diseños algún día a los consumidores chinos.
"China es la tierra de sueño para todo hombre de negocios extranjero", expresó.
