El bloqueo estadounidense de 60 años daña a todos los cubanos

2022-02-10 09:21:42 Fuente: Agencia de Noticias Xinhua Texto : Raúl Menchaca

Imagen del 13 de agosto de 2021 de trabajadoras laborando en la elaboración de módulos de alimentación como parte de la ayuda humanitaria internacional que llega al país caribeño, en La Habana, capital de Cuba. (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 8 feb (Xinhua) -- Más del 80 por ciento de los cubanos ha nacido y vivido bajo el férreo bloqueo que Estados Unidos estableció contra la isla en febrero de 1962 y causa serias dificultades en la vida cotidiana.

El 3 de febrero de 1962, el entonces presidente estadounidenses John F. Kennedy firmó la orden presidencial 3447 que declaró desde el 7 de ese mes "un embargo total al comercio con Cuba" al invocar la Ley de Comercio con el enemigo de 1917.

Esa medida era la respuesta de Washington al triunfo de la Revolución Cubana, ocurrido el 1 de enero de 1959, cuando se inició un trayecto de colisión desde que Estados Unidos suspendió primero el suministro de petróleo y después la compra de azúcar a la isla.

"El objetivo era y sigue siendo lograr el colapso, la crisis en Cuba, para retrotraer a la Revolución, derrocar al Gobierno y poder restablecer sobre este país la dominación y un sistema de gobierno que sirva a los intereses de Estados Unidos", aseguró a Xinhua el académico y politólogo Luis René Fernández.

En ese sentido, el analista del habanero Centro de Investigaciones de la Economía Internacional señaló que la Administración de Donald Trump recrudeció ese cerco hasta niveles sin precedentes, al aplicar unas 240 sanciones contra la isla.

"Fue una escalada de medidas para asfixiar a la economía y a la sociedad cubana en general con grandes afectaciones, que en 2020 se cuantificaron en más de 5.000 millones de dólares evaluados conservadoramente", apuntó Fernández.

Pero más allá de los análisis de académicos y políticos, la hostilidad de Washington hacia La Habana tiene una expresión práctica que hoy se palpa sobre todo en el desabastecimiento de alimentos y otros productos de primera necesidad.

"Hay que hacer grandes colas para poder comprar un poco de pollo, que es prácticamente la única carne existente en los mercados", dijo Aymé Santisteban, una habanera de 48 años y madre de dos hijos.

La mujer, empleada de un ministerio, consideró como su principal preocupación diaria garantizar la alimentación de la familia, a pesar "de los esfuerzos que hace el Gobierno por cumplir la entrega mensual de la cuota de la canasta subsidiada".

"Los americanos nos quieren matar de hambre, porque no nos dejan ni comprar comida en el mercado internacional", manifestó la mujer con enojo.

Hace cinco días, una declaración gubernamental denunció que "el bloqueo ha evolucionado para convertirse en el acto de guerra económica más complejo, prolongado e inhumano cometido contra cualquier nación".

La conjunción del recrudecimiento del bloqueo y el golpe de la pandemia del nuevo coronavirus han hecho mucho más difícil la vida en Cuba, cuya economía ha tenido una drástica caída de unos 13 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto en los últimos dos años.

No obstante, el Gobierno destina el 28 por ciento del presupuesto anual a sostener el sistema nacional de salud, que es universal y gratuito, y el 24 a la educación, que también es gratis y obligatoria hasta el noveno grado.

Sin embargo, hay carencias con los insumos que la isla tiene que adquirir en mercados remotos y con un mayor costo de los fletes.

"Este año nos dieron menos libretas para tomar notas en clases", narró el joven Luis Alberto Gómez, quien estudia en una escuela secundaria de La Habana.

Además cada año hay atrasos y otros problemas con la venta de los uniformes escolares, cuyo uso es obligatorio en los niveles primario, secundario y preuniversitario, y que se elaboran en la isla, pero con telas importadas.

Por su parte, la exprofesora universitaria y ahora jubilada, Magalys Díaz, señaló los problemas que enfrentan los estudiantes de nivel superior en el acceso a programas y sitios en Internet que favorecen el proceso docente.

"Hay programas, como la plataforma colaborativa Zoom a la que Cuba tiene prohibido el acceso, lo que limita la posibilidad de obtener conocimientos", destacó la exdocente de biología.

También otro problema es la adquisición de medicamentos, por las dificultades de la industria farmacéutica para comprar materias primas, como señaló el sexagenario Fernando Ballester.

"Hay inestabilidad en la venta de medicinas", manifestó Ballester, quien padece de una hipertensión crónica que lo obliga a tomar pastillas a diario.

Ni siquiera el sector privado puede escapar a los efectos del oneroso cerco estadounidense, que pesa como una losa sobre los 11,2 millones de cubanos, y que ha golpeado con dureza sobre todo al turismo, segundo renglón de ingresos de divisas a la isla por detrás de la exportación de servicios.

"Entre las medidas de Trump y la COVID-19, he tenido el negocio cerrado casi 14 meses", explicó María Fernández, una mujer que renta parte de su casa muy cerca del hermoso Valle de Viñales, en la provincia de Pinar del Río, a unos 180 kilómetros al oeste de La Habana.

La hostelera, de 56 años, habló con añoranza del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, en 2015, que significó un sensible aumento de la llegada de visitantes desde el país norteño, intercambio frustrado más tarde por las sanciones aplicadas por el Gobierno de Trump.

Precisamente por las regulaciones del bloqueo, los estadounidenses tienen prohibido vacacionar en Cuba y solo pueden viajar a La Habana con permisos de su Gobierno.

La Administración de Joe Biden, a pesar de sus promesas de campaña electoral, no ha modificado las duras medidas aplicadas a Cuba por su antecesor, algo que denuncian casi a diario desde La Habana.

"El bloqueo es muy dañino. Es una persecución implacable no solo en el comercio, que es importante, porque el mercado natural de Cuba es Estados Unidos", estimó el exdiplomático cubano Carlos Alzugaray, quien ha escrito tres libros y un centenar de ensayos sobre las relaciones bilaterales.

Los daños acumulados en estas seis décadas superan los 144.400 millones de dólares a precios corrientes, una cuantificación que el Gobierno cubano actualiza cada año.

Desde 1992 Cuba presenta cada año en la Asamblea General de Naciones Unidas una resolución de condena al bloqueo estadounidense, proyecto que de manera sistemática ha sido aprobado por la comunidad internacional.

En la última votación, realizada en 2021, respaldaron la resolución cubana 184 países, con la abstención de Colombia, Brasil y Ucrania, y el voto en contra de Estados Unidos e Israel.

Edición: Shurui Zhai