PANCHIMALCO, San Salvador, 19 nov (Xinhua) -- Llegar a Panchimalco, en El Salvador, es adentrarse en un pueblo animado donde cualquier fin de semana puede resultar propicio para presenciar festividades, ferias y la algarabía típica.
Todo visitante podría quedar sorprendido con la normalidad de la vida en el pueblo, en tiempos en los que la enfermedad del nuevo coronavirus todavía afecta al día a día del mundo.
Sin embargo, hace apenas seis meses, la situación de este pueblo del departamento San Salvador, reconocido por la majestuosidad de su Iglesia de la Santa Cruz de Roma, de arquitectura colonial, no era así.
"Antes no salíamos, teníamos las ventanas cerradas y lavaban las calles cuando pasaban las ambulancias y los carros fúnebres", dijo a Xinhua Francisca Ayala, refiriéndose a la vida en el pueblo durante los meses más duros de la pandemia.
Ama de casa de 63 años, recordó que hasta hace poco tiempo "el pueblo estaba absolutamente solo", con "toda la gente encerrada en las casas".
Lo que permitió un cambio repentino y el regreso a la normalidad, aunque matizada por la continuidad de medidas de protección como el uso de mascarillas o del gel hidroalcohólico de manos, fue la vacunación contra la COVID-19, según destacó Ayala.
"Antes había mucho temor para viajar en transporte público y hacer varias cosas. Ahora, después de la vacunación, hay menos", contrastó el artesano-vendedor, José Luis Durán.
"Ha sido un cambio muy positivo y notorio. El pueblo tiene otro ánimo, la gente sale con más confianza, nos sentimos más seguros", aseveró.
Durán, de 41 años y residente en Panchimalco desde su infancia, trabaja con cuero, madera, hilo y semillas para sus artesanías, las cuales comercializa en su pueblo y otros cercanos.
Según comentó a Xinhua, la vacunación contra la COVID-19 ha impactado positivamente en el éxito de su negocio, al tiempo que incide en la seguridad personal y grupal.
Antes de ser inmunizado, y por la alta propagación de la enfermedad, dejó de ir a eventos y lugares para sus ventas, pero ahora está recuperando las rutinas y ha comprobado que "la gente anda con más ánimo para comprar y ver productos".
Durán y Ayala recibieron la vacuna de la farmacéutica china Sinovac, la de mayor aplicación en el país centroamericano hasta el momento, gracias a la colaboración sanitaria entre China y El Salvador.
"Somos el país de Centroamérica con mejor manejo en el tema de vacunación", destacó en entrevista con Xinhua el ministro de Salud salvadoreño, Francisco Alabi, para quien parte del logro de que El Salvador tenga controlados los efectos negativos de la COVID-19 se debe al apoyo de China.
"Esto ha sido gracias a que se ha tenido esa oportunidad, esa relación bilateral, que nos ha permitido contar con lo necesario no solamente en el tema sanitario, sino en otros temas de interés para El Salvador", ponderó.
El Salvador aplica actualmente una tercera dosis de refuerzo a sus habitantes y permite que los turistas y extranjeros de paso por el país se vacunen allí contra la COVID-19.
En Panchimalco, según datos de las autoridades salvadoreñas, cerca de 10.000 personas completaron el esquema de vacunación con la administración de dos dosis de este inmunógeno.
"Me sentí contenta cuando me pusieron esa, porque dicen que las otras dan más efectos y con esa no sentí que me diera nada", dijo Ayala, mientras que Durán comentó que en su familia todos recibieron Sinovac y no tuvieron reacciones.
Ambos coincidieron en que ahora se sienten más seguros, lo que les permite volver a las dinámicas habituales del pueblo, pero sin dejar de tomar medidas de precaución hasta que la pandemia esté totalmente bajo control.
El caso concreto de Panchimalco, donde hasta el 15 de noviembre las autoridades salvadoreñas reportaron 504 casos de COVID-19 desde el inicio de la pandemia en El Salvador, muestra el alcance y éxito de la campaña de vacunación.
Ayala calificó de "muy bueno" el hecho de que ambos países hayan estrechado relaciones en estos tiempos de pandemia.
"Le agradecemos mucho a China por su apoyo y las vacunas", afirmó, para luego destacar que sin el avance de la inmunización hoy no se observarían la vida ni la alegría que Panchimalco da a residentes y visitantes.
"Se ha notado la forma en que nos han apoyado y es beneficioso para nuestro país", dijo Durán, al tiempo que extendió una felicitación a los científicos de la nación asiática porque "han tenido un impacto grande en el mundo con las vacunas, que se necesitan para que vuelva la normalidad y para tener la esperanza y confianza de que todo va a pasar pronto".
