La iniciativa de la Franja y la Ruta es una gran oportunidad para los países de América Latina y el Caribe (ALC) en pos de avanzar "en temas de comunicaciones, innovación y conocimiento que la región es tan dependiente y deficitaria", afirmó la politóloga chilena Constanza Jorquera.
En una entrevista con Xinhua, la académica de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales recordó que 19 países latinoamericanos y caribeños han firmado memorándums de entendimiento con China para la construcción conjunta de la Franja y la Ruta.
Además, bajo el actual contexto, Jorquera destacó la arista sanitaria de la iniciativa, ya que existe un interés para China y los países de ALC de acceder a la vacuna para combatir la COVID-19, acceder a todo el equipamiento médico y los tratamientos farmacológicos.
"Me parece que (hay que) aprovechar esto porque la COVID-19 ha reconfigurado la noción de la Franja y la Ruta y así se pueden aprovechar todos los proyectos que ya existen o que van a venir. Pienso que también se va a reorientar mucho el tipo de relaciones y cooperación que vamos a tener con China en el caso de la región", aseveró la académica.
La entrevistada subrayó que, como China también tiene un desarrollo auspicioso en el campo de la biomédica, sería interesante que pudiera ayudar con formación de expertos, intercambio de experiencias, capacitación y recursos para proyectos en el área de salud.
Jorquera complementó que "si bien este año tenemos menos proyectos de infraestructura en América Latina, y no se han incorporado nuevos países de la región a la Franja y la Ruta (...), esta pandemia nos enseña a reenfocar el desarrollo hacia ciertas prioridades".
En tanto, la analista en Políticas y Asuntos Internacionales explicó que Chile, al ser un país en desarrollo, tiene "muchos desafíos" en áreas prioritarias que podría fortalecer a través de la iniciativa de la Franja y la Ruta, como la promoción de la innovación, el conocimiento, las tecnologías y la conectividad.
"También la conectividad a nivel digital, pero a nivel de infraestructura, para hacer más eficiente el comercio, la circulación de las personas, de los bienes y de las rutas de abastecimiento", abundó.
Recalcó que estos impulsos no solamente ayudan a las relaciones de Chile con China, sino también "a tener una mejor calidad de vida".
