COMENTARIO: Construyendo comunidad China-LatAm con futuro compartido para sueño compartido

2019-07-18 10:42:16 Fuente: Spanish.xinhuanet.com

El primer tren formado por vagones fabricados en China que conectan La Habana y Santiago de Cuba, las dos ciudades más grandes de la isla caribeña, comenzó a operar el sábado.

Fue la primera vez en 44 años que Cuba recibe nuevos vagones de ferrocarril.

El cambio es la última instantánea del desarrollo de la asociación integral de cooperación de China con las naciones de América Latina y el Caribe y cómo esta ha beneficiado a la gente común.

Hace cinco años, el presidente chino, Xi Jinping, propuso establecer una comunidad con un futuro compartido entre China y América Latina durante su visita a Brasil, donde se reunió con líderes de América Latina y el Caribe.

Durante otra visita a la región hace casi tres años, Xi comparó el futuro compartido entre China y América Latina con un barco gigante mientras pronunciaba un discurso ante el Congreso peruano. Hizo un llamamiento a ambas partes para que construyeran el barco que lleve la relación China-América Latina hacia una nueva travesía.

En el quinto aniversario de la propuesta, el barco ha viajado cada vez más lejos.

China se ha convertido en el segundo socio comercial más grande de América Latina, mientras que esta última es una de las regiones de más rápido crecimiento en términos de exportaciones a China. De acuerdo con los datos oficiales de China, el comercio bilateral aumentó un 18,9 por ciento interanual hasta alcanzar 307.400 millones de dólares estadounidenses en 2018.

China ha incrementado su inversión extranjera directa en América Latina hasta más de 300.000 millones de dólares, lo que convierte a la región americana en el segundo destino de inversión en el extranjero de China, solo después de Asia. Más de 2.000 empresas financiadas por China han invertido o establecido negocios en la región.

Los esfuerzos de ambas partes por construir una comunidad con un futuro compartido no solo se quedan en papel, sino que de hecho han dado frutos tangibles para los pueblos a través de una cooperación de beneficio mutuo.

En el sector de infraestructura las dos partes han logrado avances en la construcción conjunta de la iniciativa china de la Franja y la Ruta.

Líneas eléctricas de ultra alta tensión se han construido en Brasil para transferir electricidad desde la parte norte del país, rica en recursos, a la parte sur, que es más poblada y requiere más energía.

En Argentina, tecnologías y préstamos chinos han ayudado a construir parques solares y eólicos. Estas construcciones proporcionan un suministro constante a los residentes locales y transforman la estructura energética de Argentina con recursos limpios y renovables.

El transporte es otro sector que ha presenciado cambios. Construida por compañías chinas, la Autopista Norte-Sur de Jamaica ha facilitado enormemente los viajes dentro del país.

Los autobuses eléctricos de fabricación china están brindando a los ciudadanos de Santiago, la capital de Chile, un transporte más confiable, una mejor experiencia a bordo y menos contaminación.

Los trenes y la tecnología chinos han ayudado a renovar la red ferroviaria en Argentina, facilitando el transporte de materias primas a los puertos para la exportación.

Recíprocamente, gracias al avance de la logística y el comercio electrónico, los consumidores chinos pueden disfrutar en casa productos agrícolas latinoamericanos de alta calidad como cerezas de Chile, aguacates de Perú y México, carne de res de Argentina y langostas de Jamaica.

Debido a la complementariedad de sus economías, China y América Latina comparten el mismo sueño de alcanzar el desarrollo con mayor calidad. Es por eso que la cooperación bilateral ha dado tantos resultados positivos.

En el marco del Foro de China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y con cada vez más países latinoamericanos que se unen a la Franja y la Ruta, el barco gigante de una comunidad con un futuro compartido entre China y América Latina navegará hacia un futuro brillante.

Edición: Han Yu