HANGZHOU, 8 abr (Xinhua) -- Ha sido "una coincidencia de la vida", así describe Jordi Vinyals su conexión con el fútbol de China.
Cuando jugaba para el FC Barcelona B como centrocampista, hace tres décadas, poco pensaba que se convertiría en el director técnico de un club en el país oriental.
Ya sea en Qingdao FC o en Zhejiang Greentown, con sede en Hangzhou, el catalán de constitución delgada y con canas ha traído los conceptos y las técnicas de avanzada al fútbol chino, ganando el respeto de los fanáticos de las dos ciudades con los resultados de los equipos que ha dirigido. Así, espera seguir haciendo realidad su sueño profesional en el país que lo ha acogido.
Vinyals, nacido en 1963, fue uno de los primeros discípulos del programa La Masia del FC Barcelona. Siendo entrenador, se encargó de la formación de la filial juvenil del club y preparó a varios jugadores que luego llegaron a representar a los azulgranas.
En la temporada 2013-14 llevó al juvenil A del Barça a coronarse campeón de la Liga Juvenil de la UEFA.
En 2015 llegó a China, gracias a un evento organizado por una escuela de fútbol local, y fue fichado por el Qingdao Huanghai FC.
Ser un adiestrador extranjero en China no ha sido tarea fácil, confiesa Vinyals. "No solo hay que cambiar las estrategias y las técnicas en la cancha sino también la administración integral del equipo, incluyendo la cantina, los gimnasios, la sala de fisioterapia, etcétera", afirma.
En años recientes, el gigante asiático ha introducido varios técnicos internacionales de alto nivel, lo cual, en opinión del catalán, ayuda a fomentar el fútbol del país.
Este deporte en España se enfoca en el pase y el control y la noción de "jugar con el cerebro" es muy adecuada para las características físicas de los jugadores locales, analiza. "Creo que el fútbol chino ha de encontrar la dirección y persistir en el aprendizaje para obtener el éxito", aconseja.
Hace más de 30 años, el técnico y su familia viajaron a China y se sintieron atraídos por sus paisajes naturales, su historia y cultura. Hoy en día, no deja de expresar su asombro por las transformaciones en todos los aspectos. "El cambio más significativo es definitivamente la mejora y el desarrollo de las infraestructuras urbanas, pero también hay otros más profundos, como la perspectiva mental de las personas", comenta.
Además de su trabajo en los campos de juego, al nativo de Cardedeu le gusta leer y pintar y está muy interesado en la cultura china. En el futuro, espera aprender el mandarín y comprender la nación de manera verdadera, leyendo libros en este idioma.
"A menudo comparto mi experiencia en China con mis amigos. Esta es una China más real. Espero que todos puedan venir aquí y echar un vistazo. Seguro que les dejará una profunda impresión", concluye.
