Experto: China sigue siendo un lugar de oportunidades para la inversión extranjera

Varias personas hacen fila para entrar en la primera tienda urbana de IKEA en China, situada en el distrito Jing'an de Shanghai, el 23 de julio de 2020. /CFP

A pesar de los desafíos que plantean las tensiones geopolíticas intensificadas, así como la actual pandemia de COVID-19, las empresas y los inversores extranjeros siguen entusiasmados con la idea de hacer negocios en China.

Este es el sentimiento general de más de una docena de analistas, ejecutivos de negocios líderes y líderes de varios grupos comerciales de todo el mundo durante una mesa redonda organizada por el Centro para China y la Globalización, un grupo de expertos independiente con sede en Beijing, el mes pasado.

Una de las principales razones detrás de su confianza es la resiliencia y el enorme potencial demostrado por la economía de China en los últimos años. Desde que comenzó la pandemia a finales de 2019, China ha visto una interrupción mínima de la cadena de suministro en comparación con otras economías industriales, gracias al éxito del gobierno en el control de la epidemia de COVID-19.

Como resultado, China experimentó un crecimiento de dos dígitos en la inversión extranjera directa (IED) el año pasado, superando el billón de yuanes. En términos de dólares estadounidenses, las entradas de IED superaron los 173.000 millones de dólares, un aumento de más del 20 % interanual, según el Ministerio de Comercio. Incluso cuando la pandemia de COVID-19 comenzó a devastar el mundo por primera vez en 2020, la IED en China se expandió un 4,5% anual a más de 144.000 millones de dólares.

Para las empresas multinacionales en China, un mercado estable en tiempos de crisis se ha traducido en ganancias reales. Un ejemplo perfecto es el fabricante de automóviles eléctricos Tesla, que tuvo un año excepcional en 2020 en el punto álgido de la pandemia, cuando la empresa se unió al índice S&P 500 y se convirtió oficialmente en un peso pesado del mercado de valores.

Este logro histórico no sería posible sin el rápido repunte del mercado chino y el rápido aumento de la producción de su Mega Fábrica en Shanghai durante la etapa inicial de la pandemia, que contrasta fuertemente con los frecuentes cierres experimentados por sus fábricas en otros países.

Además, la fábrica de Shanghai también ayuda a la empresa a reducir significativamente sus costes de fabricación y logística, al tiempo que aumenta sus márgenes de beneficio.

La Maga Fábrica de Tesla en esta fotografía aérea tomada en Shanghai, China, el 25 de diciembre de 2020. /CFP

Según el panel, uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta China hoy en día es la brecha de información que existe entre la comprensión que tiene la gente del país y la realidad sobre el terreno. Esta barrera de comprensión se ha vuelto más prominente en los últimos años a medida que Occidente y sus medios se vuelven más sospechosos y beligerantes en su descripción de la segunda economía más grande del mundo, que está en camino de convertirse en la más grande para 2030, según algunas estimaciones.

"Sufro mucho cuando leo los medios occidentales", dijo Martin Muller, presidente de la Cámara de Comercio Suizo-China. "Lo que experimento en China y lo que aprendo de más de 1000 empresas suizas activas en China es completamente diferente de lo que leo en los medios occidentales".

Realidad sobre el terreno

Para las personas en EE.UU, una idea errónea popular es que la expansión comercial estadounidense en China ha generado menos empleos estadounidenses, según Craig Allen, presidente del Consejo Empresarial EE.UU.-China. Por el contrario, cultivar una fuerte relación comercial con China en realidad ha impulsado la economía y el empleo estadounidenses, dijo.

En el último año, solo las exportaciones de EE.UU a China respaldaron casi 1 millón de empleos estadounidenses directamente y de 3 a 4 millones indirectamente. Y para los miembros del Consejo Empresarial EE.UU.-China, el 95% reportó rentabilidad por sus inversiones en China, lo que significa más dividendos pagados a los accionistas en EE.UU, y un mayor flujo de efectivo de capital para reinvertir en negocios, señaló Allen.

"Las empresas europeas están listas para profundizar sus posiciones en China si se les brindan las oportunidades adecuadas. La inversión continua en China por parte de las principales empresas de Europa significa más que solo números en un libro de contabilidad", dijo Jorg Wuttke, presidente de la Cámara de Comercio de la UE en China.

Un técnico de fábrica está trabajando horas extras para una orden de compra de Europa, en la ciudad de Nantong, en la provincia de Jiangsu, China, el 26 de febrero de 2022. /CFP

Wuttke explicó que la rápida mejora de las fábricas y plantas chinas, como lo demuestra la adopción de tecnologías de vanguardia como inteligencia artificial y 5G, generará más empleos bien remunerados para la creciente reserva de trabajadores calificados del país. Esto está sentando las bases para una mayor modernización industrial en China y elevando las expectativas de los consumidores chinos.

China se mantuvo como el segundo mayor receptor de IED del mundo durante cuatro años consecutivos, de 2017 a 2020, solo después de Estados Unidos, según el Ministerio de Comercio de China.

La inversión de los países a lo largo de la Franja y la Ruta y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en China continental aumentó un 29,4% y un 29%, respectivamente, según muestran los datos del ministerio.

Las industrias de alta tecnología vieron cómo las entradas de IED aumentaron un 17,1% respecto al año anterior, dijo el portavoz del ministerio, Shu Jueting, en una conferencia de prensa en enero.

Se espera que la participación de China en los flujos mundiales de IED disminuya un poco, ya que la IED en la mayoría de las economías se ha recuperado, entre las cuales los flujos de IED hacia EE.UU se han duplicado con creces y hacia los países de la ASEAN han aumentado un 35%.

"Seguiremos creando un entorno comercial internacionalizado, basado en la ley y orientado al mercado para hacer de China un punto de acceso a largo plazo para la inversión extranjera", dijo Shu, y añadió que el país continuará mejorando el mecanismo de quejas para que las empresas extranjeras protejan mejor los derechos e intereses legítimos de la inversión extranjera.