El consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, intercambió opiniones el lunes con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, sobre la situación en Afganistán y los lazos bilaterales.
Durante la conversación telefónica, Blinken expresó su aprecio por la participación de China en la reunión de Doha sobre el tema de Afganistan, y señaló que la actual situación afgana está entrando en una fase crucial.
Los talibanes deben anunciar una ruptura clara con el extremismo, optar por una transferencia ordenada del poder y establecer un Gobierno inclusivo, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense, quien expresó la esperanza de que China también desempeñe un papel importante con este fin.
Estados Unidos reconoce que el futuro de Afganistán debe ser decidido por el pueblo afgano, dijo Blinken, y exhortó a los talibanes a garantizar la seguridad de todos aquellos que deseen salir del país.
Por su parte, Wang expuso la posición de China sobre la situación en Afganistán, y dijo que los hechos han demostrado una vez más que la copia mecánica de un modelo extranjero importado no puede ser fácilmente adaptado al uso en un país con una historia, cultura y condiciones nacionales completamente diferentes, y en última instancia, es poco probable que se establezca por sí mismo.
Sin el apoyo del pueblo, un gobierno no puede mantenerse, y el uso del poder y los medios militares para resolver problemas sólo causará más problemas, dijo Wang, al mismo tiempo que añadió que las lecciones al respecto merecen una reflexión seria.
Wang dijo que China está lista para comunicarse con Estados Unidos para impulsar un ajuste gradual de la cuestión afgana, de manera que se pueda evitar una nueva guerra civil o un desastre humanitario en Afganistán y que el país se convierta de nuevo en semillero y refugio del terrorismo.
China exhorta a Afganistán a establecer un marco político abierto e inclusivo de conformidad con su propia situación nacional, añadió Wang.
Estados Unidos deben jugar un papel constructivo para ayudar a Afganistán a mantener la estabilidad, prevenir los disturbios y lograr la paz y la reconstrucción, dijo Wang.
La retirada apresurada de las tropas estadounidenses ha tenido un severo impacto negativo en la situación en Afganistán, y no será una actitud responsable si Estados Unidos crea nuevos problemas a su próximo paso, señaló Wang.
La anterior Administración estadounidense anunció la revocación de la designación del Movimiento Islámico del Turkestán Oriental como organización terrorista, y aplicó una vara de doble moral en cuanto a la cuestión del contraterrorismo, lo cual es peligroso e incorrecto, resaltó Wang, quien exhortó a la parte estadounidense a empezar de nuevo para eliminar los obstáculos a la cooperación China-EE. UU. en Afganistán y la cooperación internacional contra el terrorismo.
El funcionario chino dijo que tanto China como Estados Unidos son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas e importantes miembros del sistema internacional contemporáneo.
Ante diversos desafíos mundiales y asuntos candentes y apremiantes a nivel regional, los dos países deben coordinar asuntos entre ellos y cooperar, lo cual es lo que la comunidad internacional espera, añadió Wang.
Sin embargo, la parte estadounidense no puede, por un lado, contener y suprimir deliberadamente a China y socavar los derechos e intereses legítimos de China, y por otro lado, esperar el apoyo y la cooperación de China, porque esa lógica no existe en los intercambios internacionales, según Wang.
Es un hecho objetivo que entre China y Estados Unidos existan diferencias en términos de ideología, sistema social, historia y cultura, y ninguna parte puede cambiar a la otra, dijo Wang.
Es aconsejable que los dos grandes países trabajen juntos sobre la base del respeto mutuo para encontrar una manera de coexistir pacíficamente en este planeta, resaltó, y agregó que la historia seguramente demostrará que sea lo que sea que la parte estadounidense quiera hacer, las relaciones China-EE. UU. deberían, en última instancia, buscar tal futuro y seguir ese camino, dijo Wang.
La parte estadounidense debe perseguir una política racional y pragmática hacia China, respetar los intereses fundamentales y las principales preocupaciones de China, fortalecer el diálogo y manejar las diferencias de acuerdo con el espíritu de las conversaciones telefónicas entre los jefes de Estado de los dos países, así como impulsar de nuevo los lazos bilaterales en el camino correcto pronto, agregó Wang.
Por su parte, Blinken dijo que es muy importante para Estados Unidos y China mantener la comunicación sobre principales asuntos internacionales y regionales.
Agregó que coincide en que un objetivo común para Estados Unidos y China es realizar la coexistencia pacífica, y expresó la esperanza de que ambas partes busquen y lleven a cabo la cooperación.
Por supuesto que existen obvias diferencias entre los dos lados, dijo Blinken, quien añadió que estas se pueden resolver de manera gradual y constructiva en los días por venir.
Estados Unidos, aseguró, reitera su oposición a todas las formas de terrorismo y su compromiso de no tratar de incitar a la agitación en las zonas fronterizas occidentales de China.
La evolución de la situación en Afganistán demuestra una vez más la importancia de la cooperación entre Estados Unidos y China en materia de la seguridad regional de una manera constructiva y pragmática, concluyó.
