ESPECIAL: Sinóloga española Alicia Relinque continúa en China su amplia investigación sobre el mandarín y su cultura

2023-03-11 11:03:21 Fuente: Agencia de Noticias Xinhua

Imagen del 13 de noviembre de 2018 de la directora del Instituto Confucio de la Universidad de Granada, Alicia Relinque, sosteniendo su trabajo de traducción, El Pabellón de las Peonías, de Tang Xianzu, en el Instituto Confucio de la Universidad de Granada, en Granada, España. (Xinhua/Guo Qiuda)

MADRID, 10 mar (Xinhua) -- La sinóloga española Alicia Relinque, ganadora del Premio de Traducción del Chino Marcela de Juan por su versión de El Pabellón de las Peonías, está de regreso en China para ejercer como catedrática de estudios superiores en Guangdong y continuar profundizando sus conocimientos como traductora del mandarín al castellano.

Relinque, responsable de traducir al castellano la versión que en 1922 el chino Lin Shu escribió del Quijote, dijo en una entrevista con Xinhua que su propósito personal es estimular a la gente que estudie y valore el arte y la cultura de China, especialmente las obras antiguas, ya que esto nos "ayuda a comprendernos a nosotros mismos, a conocernos más".  

"Afortunadamente en los últimos años ha cambiado la percepción china, por mucho tiempo en Europa no se les veía muy bien y me daba mucha rabia", denuncia la investigadora.

En su opinión, "hay un desconocimiento muy grande sobre la cultura china". "Hay muchos estereotipos con los que no estoy de acuerdo", sostiene la catedrática quien busca "cambiar esa imagen que hay de China, ya que es una cultura muy variada y con muchísimos matices".

Ahora mismo quiere retomar la traducción de una antología de los siglos IV-II aC, llamada Chuci, siendo el poeta más importante del texto Qu Yuan (s. IV-III aC).  

Además, quiere empezar "a trabajar con poetas mujeres, quienes también a partir de la Dinastía Ming han cobrado gran importancia. Sus obras reflejan ser mujeres muy fuertes que se atreven a decir muchas cosas".

El poeta favorito de la catedrática española es Du Fu (712-770). "Es el poeta más grande del mundo en la dinastía Tang. Me echo a llorar con sus poemas". Los lectores en español deben a Relinque traducciones de los clásicos El ciruelo en el vaso de oro y la Historia del ala oeste.  

Sobre la relación entre las culturas española y china plantea más cercanías que distancias.

"No siento que los españoles y los chinos nos diferenciemos mucho, nos gusta conversar y reír. El afán de toda mi vida es que el mundo entienda que los chinos y los españoles no somos diferentes", añade la experta, sin ocultar su emoción de volver a China.

Consultada sobre las diferencias entre las aulas españolas y chinas, Relinque argumenta que "los alumnos chinos tienen un mayor nivel de madurez". Agrega que "esto se debe a que la universidad española ha cambiado mucho, es casi como una continuación de los estudios de bachillerato. Se ha perdido el interés en muchos temas de importancia".

Según Relinque, en el campus de Guangdong "hay muchas actividades presenciales y se ve que los alumnos están contentos de volver. También hay muchas muestras de obras que se han mantenido mostrando, a diferencia de España, donde el COVID fue muy fuerte y todas estas actividades se pararon. China está en constante movimiento, lleno de alumnos con ganas de verlo todo".

La investigadora regresa a China después de tres años de ausencia en el país que considera su segundo hogar. "Desde 1985 he ido a China todos los años y desde que empezó la pandemia no he podido volver. Todo fue muy rápido desde que me lo ofrecieron. Estoy muy contenta de volver", expresa.  

Su primer encuentro con el mandarín en China fue precisamente en 1985. "Cuando llegué a China todo fue perfecto, la sociedad me cautivó, el idioma me encantó y desde entonces casi no había año que no estuviera ahí. Es un país que me gusta mucho", cuenta.

Relinque, profesora de estudios superiores en la Universidad de Granada en España, ha traducido nueve obras del chino, un trabajo que hace con suma concentración y paciencia.  

"Lo que pasa es que es muy frustrante, porque tienes que intentar que la obra china transmita la misma sensación y emoción en español y eso es muy difícil. Las imágenes son diferentes, los contextos, las expresiones, y al traducir tienes que hacer que esto genere las mismas sensaciones del chino al lector en español", comenta.  

La obra que más tardó en traducir le tomó seis años y la que menos tres. "Cada vez que inicio a traducir un libro, le digo a mis amigos que ya no volveré a hacerlo porque es muy complicado, pero al final siempre que tenga la oportunidad de iniciar un nuevo texto para mí es un reto personal", declara.

Edición: Lu Jiaqi