ENTREVISTA: Cultura tradicional china, un puente que comunica Oriente con Occidente, dice la académica argentina Mercedes Giuffré
Imagen del 16 de noviembre de 2018 de una fotografía fechada en el año de 1980 y que se exhibe en el museo "Casa Borges", del escritor argentino Jorge Luis Borges posando frente a su casa de veraneo, en la localidad de Adrogué, a 26 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina. (Xinhua)
BUENOS AIRES, 18 jul (Xinhua) -- Los refinados pliegues y las múltiples manifestaciones de la milenaria cultura tradicional china se han constituido en un verdadero puente que sirve para la comunicación y el entendimiento entre Oriente y Occidente, resaltó la académica argentina Mercedes Giuffré.
La experta, magíster en Filosofía y Ciencias Políticas, así como profesora de Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata, abordó en una reciente entrevista con Xinhua la presencia de la cultura tradicional china en autores de América Latina como el distinguido escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986).
Giuffré recordó que en la obra de Borges está presente la literatura tradicional china, por ejemplo en la obra "Kafka y sus precursores", en la que menciona a un poeta de la dinastía Tang llamado Han Yu.
"Los elementos de la literatura tradicional china aparecen en sus obras. Aparece en varias de sus obras lo interesante y lo variado de la cultura china. Por ejemplo, en el cuento "La viuda Ching, pirata", donde le da el protagonismo de ser pirata a una mujer", dijo la entrevistada.
Esa presencia, dijo, "también la encuentro en todo lo que tiene que ver con el sueño y con lo fantástico. Está vinculado con lo extraño, con lo sorprendente, lo que sale de los cánones de lo normal".
"En 'La escritura del Dios' aparece otro símbolo importante en la literatura china y en la imaginería china, que es el tema de la rueda, lo que remite a la idea del ciclo que se repite una y otra vez", agregó.
"Borges escribió también 'Qué es el budismo' y el concepto de Tao. Se ha interesado en la cosmogonía china y en la filosofía china. Otro elemento que me gusta destacar sobre lo que él ha leído sobre China son los fantasmas, que aparecen con frecuencia en la literatura china. Hay sombras que aparecen y desaparecen, vidas paralelas", puntualizó la académica.
Giuffré remarcó el vínculo de Borges con China y sostuvo que ello quedó demostrado en "El jardín de senderos que se bifurcan", con referencias a la obra "Sueño en el pabellón rojo", de Cao Xueqin, o en el "Manual de zoología fantástica", que escribe en 1957 y lo amplía en 1967 con "El libro de los seres imaginarios".
"Aparece la idea del dragón chino como un ser majestuoso, importante, y el dragón es la imagen que más representa a China", recordó.
La directora del Centro de Estudios de Corea y China e integrante del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales valoró en particular el hecho de que la cultura tradicional de China haya podido durar más de 5.000 años, que describió como una de las "civilizaciones madre de todo Oriente".
"La cultura y la civilización china ha tenido una perdurabilidad a través de las dinastías, ya que cada una de las distintas dinastías fue reconstruyendo y ampliando sobre la cultura anterior", comentó.
"Los chinos han tenido una civilización muy perdurable. Y Borges en algún escrito dice que 'todo ya había sido pensado en la India y en China'. Él tenía muy claro ese concepto de la perdurabilidad de la cultura y de los valores básicos de la cultura china", señaló.
Giuffré, quien estuvo becada a China en 1991, explicó que en la visión de Borges todo lo conocido "ya había sido pensado en China", además de que "tenía a la civilización y a la cultura china como ejemplo y como una fuente".
Agregó que "La biblioteca de Babel", "La parábola del palacio" o "El espejo y la máscara", son otros textos de Borges en los que aparece la presencia de China.
"Siempre hay algo curioso y misterioso en la civilización china. Uno la estudia y la lee, pero de repente se da cuenta de que ante 5.000 años, es muy poco lo que podemos aprender", admitió la experta.
Giuffré sostuvo que la vasta cultura del país asiático ha tenido perdurabilidad por su "exquisitez", manifestada, por ejemplo, "en el arte chino a partir de los siglos XVII y XVIII, cuando había una enorme admiración por los muebles y los elementos de la porcelana china".
"Ni qué hablar de lo que es la cultura del té, ya que la presencia de China se vinculó y se esparció por todo Occidente a través del té", agregó.
La académica consideró que de manera indudable "la cultura tradicional china puede hacer de puente para el entendimiento mutuo entre Oriente y Occidente".
"En este mundo vertiginoso en el que estamos viviendo, sobre todo después de la pandemia, la filosofía oriental se está tomando como una especie de reparo, de paz, de lugar de remanso", señaló la experta, quien fue invitada a dictar cursos en universidades de China en los años 2004, 2010, 2014, 2015 y 2018.
Giuffré destacó la importancia de que se realicen cada vez más muestras culturales de China, a partir de exhibiciones de arte o de fotografía, mediante la traducción al español de cada vez más escritores chinos, así como a través de revistas o con la presencia en plataformas de difusión de series de televisión y películas.