BEIJING, 24 oct (Xinhua) -- La Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), propuesta por China, ha promovido la conectividad de infraestructuras, el intercambio comercial y la interconexión entre personas, y va a ofrecer más posibilidades para fomentar la conectividad global, de acuerdo con Augusto Soto, experto español en China que recientemente concedió una entrevista exclusiva a Xinhua.
La tercera edición del Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional se celebró en días pasados en Beijing, la capital de China, con la asistencia de representantes de 151 países y 41 organizaciones internacionales. Soto, quien participó en el foro temático sobre intercambios entre grupos de expertos, afirmó que uno de los puntos destacados del foro lo constituyó el "reencuentro", que ofreció una gran oportunidad para cimentar los lazos personales y modernizar los planes de cooperación institucional previstos en la edición previa.
Al abordar su entendimiento de la IFR, Soto menciona un refrán chino que dice: "Si quieres ser próspero, primero construye caminos".
"Es relevante apreciar lo que ha representado que la inmensa masa terrestre que configura la Eurasia terrestre haya sido surcada casi 100.000 veces desde 2014 por un tren China-Europa con inicio en Yiwu (ciudad del este de China) y terminal en Madrid denominado "Yixin'ou" (YXE)", dice Soto.
Desde la primera salida del tren de carga YXE, en 2014, el volumen de envíos ferroviarios bidireccionales ha venido creciendo a un ritmo elevado. Para el final de 2022, el número acumulado de trenes de línea había superado los 6.724, con más de 550.000 TEU transportados, 19 rutas en funcionamiento y una red comercial que cubre todo el territorio de Asia y Europa.
Según el experto español, esta ruta ferroviaria de más de 13.000 kilómetros no solo ha contribuido a una nueva alternativa comercial entre China y Europa sino también ha demostrado la participación de España en la construcción conjunta de la IFR.
En los últimos años, las relaciones económicas y comerciales entre China y España han avanzado sólidamente. Según datos del Ministerio de Comercio de China, en 2022 el comercio de bienes entre ambos países superó por primera vez los 50.000 millones de dólares.
Soto considera que la infraestructura es la base física sobre la que se asientan los contactos personales, los negocios, el turismo, los servicios financieros y otras necesidades sociales. En consecuencia, puede contribuir a reducir la pobreza.
Dentro del marco de la IFR, el fuerte impulso de la infraestructura ha difundido las experiencias y éxitos de China en el ámbito de la reducción de la pobreza por todo el mundo, lo que ha beneficiado a todos los países.
En la última decada, desde la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda, hasta la Ruta Aérea y la Ruta Digital, la red de cooperación de la iniciativa se ha extendido desde el continente euroasiático hasta África y América Latina. Más de 150 países y 30 organizaciones internacionales han firmado documentos de cooperación con China sobre la construcción conjunta de esta iniciativa, a la luz de la cual se ha ejecutado un gran número de proyectos emblemáticos.
"Esto ha motivado que algunos países del hemisferio norte, entre ellos España, se replanteen la posibilidad de desarrollar nuevas vías de cooperación con China en el campo de las infraestructuras en terceros mercados, a tomar conciencia de que se puede hacer más por el desarrollo de la interconectividad en el mundo", afirma Soto.
Además, destaca la importancia de la interconexión entre individuos. "El factor subyacente a la propia fuerza de las infraestructuras que mejoran la conectividad en Eurasia y en distintas partes del mundo que constituyen la IFR tiene su origen en múltiples e interminables lazos personales basados en diferentes experiencias, culturas y civilizaciones", afirma.
En la década de 1980, Soto estudiaba historia china en la Universidad de Pekín. Desde entonces, se empezó a desarrollar su conexión con China.
"De hecho, la cultura, un fruto creativo del desarrollo humano, puede inspirar a personas de todos los continentes y contribuir a la fertilización intercultural", señala el académico, quien recuerda que en una ocasión un profesor chino le envió un juego de almanaques de historia china, lo que facilitó la comprensión mutua entre el país asiático y él mismo.
Años después, Soto fundó el proyecto "Diálogo con China" (Dialogue with China) en el Instituto ESADE Business School de la Universidad Ramon Llull de Barcelona, una plataforma en la que se discuten temas sobre comunicación intercultural y se promueve la cooperación en ámbitos como el intercambio y la educación internacionales.
En un mundo lleno de riesgos y desafíos, Soto confía en la perspectiva futura que traerá la IFR para el desarrollo y la prosperidad comunes de todos los países. De acuerdo con el experto, los contactos personales se debieran potenciar más a nivel científico, empresarial, y también en el ámbito educativo.
"Solo así se podrán acometer con éxito las áreas que pueden resultar de interés para todas las partes, como la movilidad sostenible, materializada en una Iniciativa de la Franja y la Ruta verde, y los ámbitos pragmáticos, como la inteligencia artificial", afirma.
Al hablar de la cooperación futura entre China y España, Soto considera que, además de trenes de carga China-Europa, también existe un gran potencial en ámbitos como el turismo, los trenes de alta velocidad, las telecomunicaciones, la atención médica y la biología. Al mismo tiempo, se ha de promover el intercambio bilateral de laboratorios de ideas, lo que contribuirá el multipolarismo de todo el mundo.
"La IFR propuesta por China es un megaproyecto pragmático abierto para todos los países y una plataforma inclusiva con expresión del multipolarismo", asegura el experto, y agrega: "En esta ocasión, celebrando el décimo aniversario de IFR, esperamos explorar nuevas sinergias para realizar una comunidad de destino compartido".
