SANTIAGO, 23 oct (Xinhua) -- Uno de los desafíos de Chile es entender a China bajo una mirada transversal, que no solo involucra saber cómo asociarse comercialmente, sino comprender su historia cultural, afirmó la experta chilena Karina Piña.
"Debemos entender las bases culturales de China para relacionarnos con ese país. China es una civilización de más de 5.000 años de historia, con una riqueza cultural enorme", enfatizó.
La profesora de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca explicó en una entrevista con Xinhua que es probable que China entienda "bastante bien" las necesidades de desarrollo chilenas, pero las prioridades comerciales y de inversión de China están disgregadas entre más socios y sectores.
"Es importante que Chile mantenga una política de Estado clara acerca de sectores prioritarios y de objetivos de desarrollo respecto a esas inversiones (...) si bien ya tenemos más de 50 años de relaciones diplomáticas y considerables hitos que demuestran la fortaleza de la relación bilateral, ¿por qué Chile no hace un plan para los siguientes 20, 30, 40 y 50 años?", subrayó la entrevistada.
La directora ejecutiva de Cruzando el Pacífico, corporación que fomenta el intercambio académico, educativo y cultural entre China y América Latina, sugirió que Chile necesita un plan con visión de largo plazo con miras a fortalecer la estrategia de asociación integral que involucre conocimiento mutuo y formación de capital humano avanzado entre ambos países.
Destacó que, en la visita del presidente de Chile, Gabriel Boric, a China durante octubre para encabezar la octava versión del Chile Week, el mandatario del país sudamericano recalcó que la cooperación entre ambos países debe ser sustentable, basada en colaboración académica, con desarrollo en ciencia y tecnología.
"El presidente fue claro en que Chile no puede permitirse ser solamente un exportador de materias primas y requiere insertarse profundamente en las cadenas globales de valor de tecnologías verdes, apostando a convertirse en un 'hub' continental en dicha área, para lo cual China es un socio no sólo estratégico, sino totalmente indispensable", agregó.
La experta chilena destacó que la inversión china en Chile ha aumentado continuamente los últimos años, sin embargo, advirtió que no toda la inversión contiene valor agregado.
"Se puede hablar de valor agregado cuando la inversión favorece la transferencia tecnológica, el desarrollo productivo o el mejoramiento de la infraestructura a un nivel sectorial", dijo.
En esta línea, explicó que la obtención de valor agregado requiere ciertas condiciones mínimas, como el capital humano, que permitan que las inversiones puedan favorecer el desarrollo productivo.
"Chile es también uno de los principales productores de minerales como el cobre y el litio y China es uno de los mayores consumidores de estos recursos. En este sector las inversiones pueden favorecer la transferencia tecnológica y otras mejoras en infraestructura que fortalezcan la competitividad de la minería chilena", abundó Piña.
Ejemplificó que en el litio existe la posibilidad de integrar al país en las cadenas globales de valor de tecnologías relacionadas a las energías renovables.
"El punto del encadenamiento productivo global es el principal. Las inversiones, si son bien incentivadas y aprovechadas por los Gobiernos, tienen la posibilidad de hacer de Chile un núcleo de la producción global energética y de tecnologías renovables", complementó.
Chile fue el primer país sudamericano en establecer relaciones diplomáticas con China, en 1970, y en 2015 se transformó en el primer país de la región en suscribir un Tratado de Libre Comercio con la nación asiática.
A su vez, el país andino se convirtió en 2021 en el primero de Sudamérica en abrir un consulado en Chengdu, ciudad china que visitó este año el actual mandatario chileno, y se transformó en el primer jefe de Estado de la región en hacer una visita oficial a ese territorio chino.
